domingo, 2 de septiembre de 2012

Hoy estoy muy inspirada, como véis :)

Una de las cosas que más disfruto los fines de semana es pasar la tarde tomando té mientras leo, estudio, o juego a videojuegos (siendo esto último lo más habitual xD). Cuando me emancipé de mis padres, allá por el año 2005, me compré la típica bolita para meter el té en una taza, pero como en el supermercado de al lado de casa sólo vendían el té en bolsitas, nunca la usé mucho, y cuando la usaba me quedaba el té amargo porque la llenaba demasiado. Cosas de la vida, pensé, el té tiene su propia preparación, igual que el café y cualquier otro alimento.

Después, en 2010 me casé con mi santo señor esposo (SSE) y nuestro destino de viaje de novios fue Japón, país que siempre quise visitar. Fuimos en plan auténtico (con unos amigos que se casaron dos días después de nosotros), durmiendo en ryokan y sobre futón en vez de hoteles occidentales.

Una de las cosas que más me sorprendieron fue que en la habitación teníamos un juego de té para usar, con su calentador de agua eléctrico y una pequeña variedad de tés japoneses para elegir. Allí probé el que seguramente sea mi té favorito por primera vez: el genmaicha, té verde con arroz tostado. Me pasé medio viaje buscándolo por los mercadillos que visitamos y finalmente di con uno que lo vendía, así que me compré una caja con la esperanza de encontrarlo después en España (afortunadamente fue así). También compré un bote para guardar el té en el mismo mercadillo:

Lo verdaderamente curioso es que ese bote me costó unos 600 yenes (aproximadamente 5€) y los venden también en Madrid exactamente iguales bastante más caros. Son muy bonitos y la parte exterior es de papel pintado. Merece la pena hacerse con uno de éstos, guarda el té herméticamente y se conserva durante meses y meses. Aquí tengo guardado té verde de la mejor calidad que he sido capaz de encontrar en Madrid. Algunos de estos botes los venden sin la tapita hermética, pero creo que no hace falta porque la tapa metálica cierra bastante bien. Lamento profundamente no haberme traído más botes de Japón.

Con el tiempo, fui interesándome con el tema de las infusiones y pasé de comprar las bolsitas para ir a las tiendas donde lo venden a granel, siendo The Tea Shop la más famosa y extendida por Madrid. Allí venden el té al peso, siendo la cantidad mínima 100 gramos. Pero para el té verde, amigos míos, siempre preferí acudir a las tiendas orientales (la del parking de plaza España tiene muchas variedades) o directamente a sitios donde venden tés gourmet, a precio gourmet, claro...

Mi cuñada me regaló té moruno de menta, y me tomé la bolsita de 100 gramos tan rápido (mi SSE también influyó, porque le encantaba el olor), que volví a la tienda y me compré medio kilo. Poco a poco va bajando, aunque el ratio de tés de menta que hemos hecho últimamente ha bajado mucho.

Un día encontré un tipo de té verde de mucha calidad (desgraciadamente no recuerdo el nombre) que se vendía tan picado que no podía hacerlo, ya que se me salía todo del infusionador. Así que fui a la Tea Shop más cercana y me compré esto.

Es el mejor infusionador que he usado nunca, tiene la malla tan fina que no se escapa nada. Me costó un pastón (más de 20€), pero mereció la pena. Aquí podéis verlo con la ración de té verde de jazmín que me estoy tomando mientras os escribo:

Tiene una tapita que evita que se enfríe mientras se hace el té y además se puede usar para apoyar el infusionador una vez lo quitas de la taza. Lo mejor es que sirve perfectamente para repetir el té (con el té de jazmín, de hecho, la segunda taza sabe mejor). Ésta que véis aquí es mi segunda taza (y me la he cargado demasiado, pero bueno xD). Huele fenomenal.

Mi cuñada y yo, que somos adictas a las infusiones (ella a las infusiones con fruta seca, azúcar y mucha cosa dulce en general y yo al té tomado a palo seco), nos hemos hecho adictas a Tea Shop... hasta que mi amiga Cris me llamó un día como loca diciendo que había encontrado una tienda de tés en la que solía comprar café de vainilla (riquísimo). Esta tienda estaba antes en la zona de Goya y de pronto un día desapareció. Resulta que la movieron a Fernando el Católico, y por fin consiguió dar con ella. Bajo la promesa de comprarnos cada una un buen montón de café de vainilla (de mi adicción al café hablaremos otro día... baste con deciros que compré café sin ni siquiera tener cafetera en casa xD), nos encaminamos a la Antigua Plantación.

Es una tienda pequeña, y en esencia el concepto es el mismo que el de Tea Shop, sólo que además venden cafés y el dueño es un verdadero entendido en la materia. Tanto es así, que al final me compré genmaicha al peso, houicha (una variedad tostada de té verde) y té de jazmín. Además del consabido café de vainilla.

Mi amiga además se compró un infusionador exactamente igual que el mío... por 6€. No os podéis imaginar la cara de gilipollas que se me quedó cuando le dijo el precio. A partir de ahora, muerte a Tea Shop, viva La Antigua Plantación!!

Total, que pese al calor que hacía salimos de allí muy contentas. Ella se compró una mezcla de té de invierno, con clavo, naranja, canela y algo más que estaba bastante bueno (hacía un calor horroroso pero nos hicimos un té en su casa igualmente). Una cosa a destacar es que tengo una mezcla de Tea Shop bastante parecida que huele genial pero no sabe a nada. El té de invierno que se compró mi amiga olía muchísimo y tenía mucho sabor. Así que no sólo es más barato, sino que tiene mejor calidad. Esto se nota mucho cuando tomas el té solo, como es mi caso.

Os dejo una foto pretendidamente artística de los tés que tengo actualmente en casa:
Podéis ver el bote con té verde bueno y a su derecha las bolsas rojas de la Antigua Plantación: Houicha, Genmaicha y té de jazmín (por cierto, te las dan con un sistema que permite cerrar las bolsas bien, cosa que se agradece cuanto tomas muchas variedades distintas y no tienes botes). En medio, la bolsa de medio kilo de té de menta y debajo la bolsita del último té verde que compré, aunque no me entusiasme mucho esa variedad concreta.

La tetera y la taza tan elegantes me las regalaron mi hermano y su novia por navidad, junto con la bolsita de 100 gr. de té de menta.

Para mí el té verde es una de las bebidas que más me gustan. Siempre me gustó mucho, pero me acostumbré a tomarlo a lo bestia cuando fui a Japón. El té de jazmín lo tomo siempre en los restaurantes chinos y nunca lo encontré por ningún lado. ¡¡Viva el té!! ¿Qué tés tomáis vosotros? ¿Con azúcar o sin azúcar? (personalmente creo que el té con azúcar es un sacrilegio xD) ¿Frío o caliente? :D

2 comentarios:

  1. Como me ha gustado tu entrada, soy evidentemente adicta al té, y hace años que no entro en Tea Shop, no solo es caro sino que además muchos de los tés están digamos que poco frescos, quizá haya alguno que se salve, pero por lo general no son buenos y son caros.

    Ese infusionador lo tengo ¡¡

    Besotes,

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    1. ¡cómo me alegro de que te haya gustado!! :D
      opino como tú, a partir de ahora prefiero pagar un poco más pero comprar calidad! :D (aunque en la antigua plantación los precios son muy decentes) :D

      muchas gracias por tu comentario!! :D :D

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