lunes, 20 de agosto de 2012

Sonata, la gata

Lo prometido es deuda, así que hoy os voy a poner unas cuantas fotos de la pequeña que vive con nosotros desde hace año y pico y que nos tiene tontos :D

Pero antes, os cuento un poco su historia (hoy tengo un poco de rollo, qué le voy a hacer!) y de paso os hablo de mi experiencia con la adopción.

Mis padres y casi el 90% de mi familia veranea en un pueblo de la sierra madrileña desde hace siglos y siglos (o más! xD). Como mi destino vacacional ha sido ese sitio desde que era una niña, tengo un grupete de amigos "veraneantes" (como nos llaman allí los autóctonos). Al final la vida a cada uno nos ha llevado por un lado, pero todavía mantengo el contacto con varios de ellos.

Una de estas personas es mi amiga E. Un día hace un año y algo nos llamó su novio para organizar una fiesta sorpresa de cumpleaños. Así hicimos, y nos plantamos en su casa estratégicamente para gritarle el "¡¡sorpresa!!" a E., pero ella se nos echó a llorar allí mismo.

El caso es que el día antes, ella y su novio se habían encontrado una gatita abandonada en el parking del Diversia (no sé si el de las Rozas o el de Alcobendas). Estaba maullando y se iba detrás de cualquier persona que pasara cerca. E., que es una amante de los animales, la recogió, se la llevó a casa y al día siguiente (día de la fiesta sorpresa) la tuvo que dejar en un albergue de animales porque su novio es alérgico a los gatos.

Como todo el mundo sabe que me encantan los gatos y que llevo queriendo uno muchísimo tiempo (pero mi santo no), todos los amigos que fueron a la fiesta hicieron causa común para convencerle de que adoptáramos a la gata. El caso es que le pillamos algo bajo de moral, así que al final accedió.


E. llamó al albergue el lunes siguiente para avisar de que iban a adoptar a la gata, así que me la "reservaron", por así decirlo (¡¡ni siquiera la había visto!!). Yo quería ir a por ella el mismo día, pero me dijeron que tenían que entregarla castrada y vacunada, así que tocaba esperar.

A la semana siguiente pedí una mañana libre para ir a recogerla al albergue (CANADD-Ayuda).  Fue amor a primera vista ¡¡mirad qué carita!!:

 Me la dieron con el cono de la vergüenza, con un costurón enorme en la barriguita y con una pata afeitada (supongo que por temas "veterinísticos").

 Así estaba la pobre:
Esta foto es de nada más subirla a casa. Como véis estaba escuálida y cansadísima.

Me hicieron firmar el contrato allí mismo, me pidieron una serie de datos personales (DNI, teléfono de contacto...) y me dieron su cartilla y la chapita con la vacunación de la rabia. Ah, también me la entregaron "enchipada", importantísimo. El chip es fundamental por si se pierde o si se escapa.

Lo único que tuve que llevar fue un transportín para traerla a casa.

Lo curioso es que la pequeña no intentaba escapar ni esconderse, estaba allí "a ver qué pasa"... Como no sabíamos su fecha de nacimiento pusimos la del día de la adopción (ya tenía un año) y la llamamos Sonata, nombre que se le ocurrió a mi santo porque le dije que los nombres de los gatos tenían que tener sonidos que a ellos les resultaran sonoros.

Tuve que hacerle unas curas a Sonata en el costurón con betadine y darle un antibiótico durante unos días, y después llevarla al vete para que le quitaran los puntos. Se curó perfectamente, en el vete ni protestó (pero me llevé un mordisco de propina porque la estaba sujetando cuando la hicieron daño al cortar uno de los puntos) y poco a poco le fue creciendo el pelo. Ahora está tan guapa como en esta foto:

La verdad es que estamos encantados con ella, y la adopción fue muy bien, salvo por el tema de las vacunas. Puede que yo lo entendiera mal, pero habría jurado que me dijeron que la gata vendría con todas las vacunas (leucemia, rabia, trivalente) y sólo vino con la de la rabia. Como no estábamos seguros de si estaba vacunada o no, al final el vete y yo quedamos en que el primer año no la vacunaríamos (ella dijo que después de todo la gata no sale de casa), y que lo dejaríamos para el siguiente. No hubo mayor problema :)

También la vete me recomendó no vacunarla de la leucemia, así que no lo he hecho.

Y eso es todo, ésta es Sonata la gata. Ahora la tengo dormidita encima del cristal de la mesa.

He escrito este post hoy porque después de una semana separada de ella la he echado de menos muchísimo. Cuando me ha visto hoy no me ha hecho ni caso, pero luego ha debido ir haciendo memoria y se ha puesto a llorar como loca para que la hiciera mimos... ays, si es que como un animalico no te quiere nadie!! <3 br="br">

2 comentarios:

  1. Me encanta tu gata, es preciosa (se parece mucho a Estrellita, la gata que tuve cuando era pequeña) yo tengo 3, y son de las mejores cosas que me han pasado en la vida. Es increíble lo que se puede llegar a querer a estos bichitos, y lo que nos quieren ellos a nosotros también. Lo de la pata afeitada es que se la afeitan antes de sacarles sangre, para poder encontrarles las venas, que son muy chiquititas. Me alegra mucho que vuelvas a escribir en el blog después de tanto tiempo, siempre te sigo, y me alegro mucho de que hayas disfrutado de tus vacaciones en Asturias (yo estoy pasando casi todo el verano en Madrid y no veas lo que echo de menos un poco de playita). En fin, que disfrutes de tu gatita, es de las relaciones mas bonitas que se forman, un amor incondicional más allá de la especie. ¡Un abrazo!

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  2. Hola Pequeña! :D (me gusta mucho que me escribas, porque yo llamo "pequeño" a todo el mundo y así no queda raro decir "hola pequeña!" ajajaja :D)

    Es verdad, los bichis estos son un amor! la noche antes de irnos a asturias, que ya había llevado a la gata con mis padres, se me hacía rarísimo no verla corretear por la casa, ays....

    Ahora está la pobre muerta de calor, tirada en el suelo del baño en un rincón que debe estar más fresquete que el resto, jeje :D

    A ver si con el paso del tiempo consigo adoptar otra, jiji :D

    besitoooooos!!! :*****

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