viernes, 2 de diciembre de 2011

Calabacines

(Imagen de wikipedia).

El calabacín... ¡es una de mis verduras favoritas! Desgraciadamente, en casa no todos opinamos de la misma forma, pero lo disfrazo en el pisto de vez en cuando :p

También aprovecho los días en los que no cenamos lo mismo (porque convivo con un omnívoro) para prepararlo de diversas formas.

Realmente no hay mucho de donde rascar, así que os enseñaré unos truquitos, que son muy fáciles y te apañan una cena a poco que añadas.

Calabacín a la plancha:
Para esto necesitamos:

  • Cantidad de calabacín necesaria
  • Aceite de oliva (es mejor que no sea demasiada)
  • Sal, mejor si es gorda.
Básicamente ponemos el aceite a calentar y mientras cortamos el calabacín en rodajas. Podemos pelarlo o no previamente, según nos guste más. La piel se queda blandita al freírlo, así que no pasa nada si la dejamos. Cuando el aceite esté caliente, echamos las rodajas que quepan en la sartén. Cuando estén doradas por un lado, les damos la vuelta y cuando estén doradas por este otro lado, lo sacamos de la sartén y lo ponemos a escurrir sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Cuando emplatemos, añadimos un poco de sal sobre el calabacín y ya se puede comer. Frío está también muy bueno, así que se puede comer en tupper en la oficina.

Por cierto, esto echa mucho humo así que si necesitas no oler demasiado a comida después mejor ver otras opciones.

Calabacín al horno:
Mismos ingredientes.
El procedimiento es muy parecido, pero al horno tarda más (en el mío al menos). Precalentamos el horno a 200º y mientras vamos preparando el calabacín.
Una vez esté caliente, en una fuente de horno echamos el calabacín crudo, el aceite y la sal. Lo dejamos en el horno hasta que esté hecho. También se puede comer frío. Además, en esta opción no hace falta absorber nada porque con un pelín de aceite que añadas se hace muy bien.

Esta opción y la anterior están fenomenal para hacer una guarnición o un acompañamiento a otro plato.

Calabacín rebozado:
Los ingredientes son los mismos (aunque se necesita más aceite), pero necesitaremos además un poco de harina (yo uso harina de trigo integral). Vamos calentando el aceite y mientras preparamos el calabacín. Antes de echar el calabacín al aceite, lo pasamos por la harina. No hace falta huevo porque el jugo del calabacín hará que la harina se pegue. Una vez estén bien cubiertos de harina, los pasamos por el aceite caliente y esperamos a que se hagan. Después, lo ponemos sobre papel absorbente para eliminar grasa.

Esta opción engorda más pero está muy bien si no tienes muchas cosas en la nevera y necesitas cenar algo con más consistencia que un simple calabacín. También vale como guarnición, claro, pero la harina absorbe mucha aceite así que tenedlo en cuenta.

Por cierto, en esta última opción yo no uso sal porque la harina tostadita da muy buen sabor y realmente no es necesario.

***
En general, me gusta mucho combinar las verduras a la plancha con hummus y pan. También puedes hacer un bocata con cualquiera de estas tres opciones, para un día que no tengas mucho en la cocina. Otra opción es combinarlo con muchas más verduras y hacerte una parrillada :)

Lo bueno es que se tarda bastante poco en hacerlo, especialmente la primera de las tres recetas. A mí me es muy útil, suelo tener calabacines en casa a menudo (sobre todo en verano cuando el huerto de mi cuñada da sus frutos... jeje), o lo hago cuando me sobra calabacín de algún pisto.

Por cierto, combinarlo con aceite "con sabor" es un gran acierto. Especialmente un aceite con ajo o una de hierbas :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario